GOG Y MAGOG, ¿QUÉ DICEN LA HISTORIA Y LA BIBLIA AL RESPECTO?
¿QUIENES ERAN LOS ESCITAS?
Por Alicia Ariadna
Poco o nada se conoce sobre la historia de
los magogitas a quienes los griegos llamaban escitas, los historiadores apenas
hacen mención del término Gog y Magog, de ahí deriva principalmente su
desconocimiento.
Muy pocos habrán oído hablar de Gog y
Magog y sin embargo, es un término que es muy utilizado en el mundo cristiano,
judío y musulmán, que son las tres religiones monoteístas del mundo.
¿Qué dice la historia con respecto a los
magogitas?, según la clasificación del historiador judeo-romano del siglo I ,
Josefo , en Antigüedades de los judíos Libro 1, capítulo 6, y quien fue el primer autor conocido que asignó etnias
conocidas a algunos de los nombres enumerados en Génesis capítulo 10. Sus
asignaciones se convirtieron en la base para la mayoría de los autores
posteriores, él identificó a los magogitas como escitas. un nombre usado en la
antigüedad para la gente del norte del mar Negro. También se ha conjeturado a
veces que los descendientes de Magog eran los progenitores de los pueblos
eslavos. Para los árabes son los turcomanos descendientes de Yadjudj y Madjudj
según el Corán.
Los escitas eran un pueblo nómada que
tiene su origen en las tierras de Asia Central y que se desarrolló entre los
años 800 y 200 a.C. aproximadamente. En su condición de nómadas se desplazaron
por los amplísimos territorios de las estepas de Eurasia ( Europa + Asia),
desde la Europa oriental hasta Mongolia, recorriendo una franja de más de 5.000
kms. Así, llegaron en el siglo VII a.C. a las estepas del norte del Mar Negro
(en la actual Ucrania) y se establecieron allí evolucionando de una forma
diferente a como lo hicieron los escitas de Tuvá la cual es es una meseta
atravesada por el río Yenisei y rodeada de cadenas montañosas (los Montes Sayan
al norte y el Altai al sur).
Puesto que no conocían la escritura, todo
lo que conocemos de este pueblo es gracias a la Arqueología – especialmente a
las excavaciones de sus tumbas – y a las narraciones del historiador griego
Heródoto, que vivió en el siglo V a.C. y que viajó por las ciudades griegas de
la costa septentrional del Mar Negro, región donde los escitas estaban ya bien
establecidos. Por tanto, la información que nos transmite Heródoto está
limitada a los escitas del Mar Negro. Nunca viajó por una región tan alejada
como Tuvá. Para los griegos, los territorios del Asia Central eran lugares casi
míticos donde habitaban los Arimaspos (hombres de un solo ojo) y, más allá de
ellos, los Grifos, que custodiaban el oro de esos remotos lugares. Algunos
estudiosos piensan que el territorio de los Grifos corresponde a la región de
Tuvá y de los Montes Altai, porque son ricos en oro (Altai significa “montañas
de oro”).
Aunque la civilización escita es la mejor
conocida y documentada de todos los pueblos nómadas de Eurasia, sobre el origen
y la desaparición de los escitas sigue habiendo muchas lagunas.
Se sabe que el origen de los escitas hay
que buscarlo en el centro de Asia porque es allí donde se han producido los
hallazgos más antiguos, como, por ejemplo, el túmulo de Arzhan, en Tuvá. Hoy
los investigadores afirman que la génesis de esta civilización se encuentra en
los cambios que se fueron produciendo al final de la Edad del Bronce en el área
de Tuvá y del Altai : con la llegada de nuevas gentes del Oeste las poblaciones
locales evolucionaron hasta llegar a adquirir unos rasgos que se definen como
escitas. Estas características se conocen como la “tríada escita” , es decir,
tres elementos de la cultura material que sirven para identificar a los escitas
en cualquier lugar de la estepa: el equipamiento del caballo, el armamento
(basado en el uso del arco) y el arte de temática zoomorfa o anima.
Se caracterizaban por ser una cultura
basada en el pastoreo nómada y la cría de caballos de monta.
Gracias al historiador griego Heródoto se
pudieron conocer de primera mano las costumbres escitas. Dichas costumbres las
relató en el libro IV de su gran obra “Historias” (conocida también como “Los
nueve libros de la Historia”).
Según Heródoto una rama del pueblo escita
llegó desde el Asia interior expulsados por otras tribus enemigas. Asolaron el
Próximo Oriente por muy poco espacio de tiempo, llegando incluso a Egipto.
Expulsados por los medos cruzaron el Caúcaso y se asentaron en la ribera norte
del Mar Negro, entrando en contacto con las colonias griegas costeras y dando
lugar a una floreciente civilización, desde el siglo VII a.C. al III a.C.
Heródoto menciona diferentes tribus de escitas que ocupan lugares definidos y
con vocaciones económicas diferentes: los escitas labradores, los escitas
agricultores, los escitas reales. Conocemos también el nombre de algunos de sus
reyes. Quizás el más destacado de todos sea el rey Ateas que en el 331 a.C., a
la edad de 90 años, luchó con los macedonios perdiendo la vida en la batalla.
También nos ha llegado incluso el nombre de un sabio escita, llamado Anacarsis,
que vivió en el siglo VI a.C. y que visitó a los grandes eruditos griegos de su
época.
Las relaciones entre las diversas tribus,
que vivían en zonas tan amplias, y muy separadas, sigue sin estar clara. El
término escita se usa en un contexto arqueológico para hallazgos que se cree
que muestran atributos de una cultura amplia “siberiano-escita”, sin implicar
usualmente una connotación étnica o lingüística.
Los escitas estuvieron entre los primeros
pueblos en dominar la guerra a caballo. Mantenían manadas de caballos, ganado
vacuno y ovejas, vivían en carretas cubiertas y luchaban con arcos y flechas a
caballo. Desarrollaron
una rica cultura caracterizada por tumbas opulentas, fina metalistería y un
estilo artístico brillante.
Dominaron toda la estepa en su época de
mayor poder, extendiéndose desde la cordillera de los Cárpatos en el oeste, al
centro de China y el sur de Siberia en el este, creando lo que se ha llamado el
primer imperio nómada de Asia central, aunque hay poco que pueda llamarse
estado organizado.
Las investigaciones del arqueólogo
soviético BORIS BORISOVICH PIOTROVSKI toda una autoridad a nivel internacional
en materia de historia y arte de los escitas explican que en el siglo V antes
de nuestra era Herodoto nos dejó una relación detallada de los escitas cuyo
país, según sus propias leyendas y las leyendas griegas sobre su origen,
perteneció antes a los cimerios.
El historiador griego conoció a los
escitas del norte del mar Negro, que mantenían relaciones con las colonias
griegas de la región y cuyos kurganes o túmulos funerarios se han conservado en
las estepas hasta nuestros días.
Los arqueólogos han descubierto en su
interior magníficos objetos de arte antiguo.
También han descubierto poco a poco el
alto grado de unidad cultural del vasto cinturón de estepas, estribaciones y
pastizales de altura que, entre los paralelos 40 y 50, se extendía desde el
Danubio, al oeste, hasta la Gran Muralla de China, al este. La vecindad de
otras culturas podía advertirse en la gran difusión de las representaciones
animales realizadas en el que se ha dado en llamar « estilo zoomórfico escita-siberiano
».
Pero esos vínculos existían ya desde el
siglo VIII a. de C, en la época cimeria que precedió a la de los escitas, como
demostraron las excavaciones realizadas en el kurgán de Arzhan, en la República
Soviética Autónoma de Tuva.
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BIBLIOGRAFÍA
https://biblioteca.org.ar/libros/321974.pdf
https://www.marqalicante.com/contenido/genericas/ESCITAS_castellano_web.pdf
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/escitas-temidos-guerreros-estepas-asia_8855
https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/escitas-pueblo-historia-eurasia-iran/20210212130107184485.html
https://hmong.es/wiki/Biblical_terminology_for_race
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